El Poder de la Tribu Femenina: Sanando Juntas en el Círculo de Mujeres
2 de Febrero del 2024
En el tejido intangible de la existencia, nos encontramos unidas por hilos invisibles que entrelazan nuestras experiencias, sueños y ciclos. En el cálido abrazo de un círculo de mujeres, estos hilos se vuelven tangibles, manifestándose como la fuerza colectiva que nos eleva, sana y fortalece.
Hace poco nos reunimos, 14 almas valientes, en busca de conexión profunda con nuestra esencia femenina y la sanación de nuestros úteros. En ese círculo sagrado, experimentamos la magia de la tribu femenina, donde la energía compartida se convierte en un bálsamo para el alma.
Imagina el poder de 14 corazones latiendo al unísono, resonando con el ritmo ancestral de la feminidad. Juntas, creamos un espacio seguro donde nuestras historias se entrelazan, formando un tapiz de comprensión y apoyo mutuo. Al compartir nuestras experiencias, risas y lágrimas, encontramos en la tribu un espejo que reflejaba la belleza única de cada una.
En la sanación de nuestros úteros, descubrimos la fuerza curativa de la energía femenina colectiva. En este círculo, el amor fluyó libremente, transformándose en un néctar nutritivo que empapó nuestras almas sedientas. La risa se convirtió en medicina, y la compasión, en el bálsamo que alivió nuestras heridas compartidas.
A medida que explorábamos nuestras energías femeninas, nos dimos cuenta de que la conexión no solo era un acto simbólico, sino un lazo real que nos sostenía mutuamente. Juntas, nos convertimos en guardianas de nuestros propios y colectivos úteros, cultivando una red de amor y apoyo que trasciende el tiempo y el espacio.
Este círculo de mujeres, este santuario de energía femenina, nos recordó que no estamos solas en nuestro viaje. Somos parte de una tribu atemporal de mujeres que, a lo largo de la historia, se han reunido para sanar, celebrar y recordar su divinidad inherente.
Que esta reflexión sirva como testamento a la belleza y el poder del círculo de mujeres, donde la conexión con nuestra energía femenina se convierte en una danza eterna de sanación y crecimiento compartido. Que cada una de nosotras encuentre en este círculo un recordatorio de su propia divinidad y un faro de luz en su camino de autodescubrimiento.
Maestra de ceremonia
Danyssa Valdés Pérez




